rss
Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites

jueves

Llamadas peligrosas

Actualmente, el tema de las estafas vía telefónica y las extorsiones por medio de la misma se han vuelto el pan de cada día de delincuentes que a través de estas modalidades, consiguen que sus víctimas abonen dinero a una determinada cuenta, beneficiándose así con la desesperación y el nerviosismo del que son presas cada persona a la que convierten en víctima.

Las formas de extorsión varían y la mayoría ya se hicieron bastante conocidas, no obstante es muy probable que cada día aparezca una nueva manera de extorsión. Es casi un hecho que la creatividad es lo que les sobra a este tipo de personas.

Está confirmado que son las ciudades del norte, como Trujillo y Piura, los que sufren más por estos atentados, ya que por ser poblaciones pequeñas, se le hace un poco más sencillo a los reclusos de las cárceles ‘jugar’ y escoger al azar a sus víctimas; pero eso no quita que la capital se pueda convertir en cualquier momento en blanco de ataques por parte de extorsionadores inescrupulosos.

Ante esta situación, las precauciones generales que se deben tener en mente son las siguientes:

Primero que todo debemos tomar conciencia de lo peligroso que es brindar datos confidenciales a través de la línea telefónica. Nunca se sabe quien realmente se encuentra al otro lado. Es por eso que no debemos dar ningún dato personal de familiares por teléfono. Además es sumamente importante tener mucho cuidado con la información que se publica en las diferentes redes sociales que están en boga por estos tiempos, pues son la principal fuente de información para los tele-secuestradores y si decide hacerlo intente mantener un nivel de privacidad alto al que sólo sus familiares y amigos tengan acceso.

En caso de sufrir un atentado de este tipo, intente comunicarse con el familiar en cuestión por otro medio, este tipo de extorsión esta tan bien planificada que los bandidos conocen los números de las personas a las que supuestamente han secuestrado y en algunos casos les bloquean la línea en el momento que se lleva a cabo la extorsión.

Y bueno, sobre todo no se deje sorprender, actué con serenidad y tómese su tiempo para discutirlo con las autoridades o policía, es muy importante que lo haga, ya que “Sin denuncia no existe delito”.

En realidad, dejar en manos de las autoridades este tipo de situaciones es lo ideal, pues supuestamente son ellos las personas más capaces para combatir este tipo de delitos. Sin embargo, nosotros, como ciudadanos, que formamos parte de una misma sociedad, debemos reaccionar frente a estos hechos que cada día van en aumento. Es así como, debemos participar activamente en la labor de informar y prevenir a todas las personas posibles ¿Cómo? Creo que todos sabemos que una forma de publicidad, muy efectiva por cierto, es la publicidad de ‘boca a boca’, en donde la información va desde una primera persona que se la comenta a otra, ésta a un tercero y así sucesivamente. Entonces, la manera más accesible y eficaz de informar a la gente de nuestro entorno acerca de estas modalidades de estafa y extorsión es simple y sencillamente convertirlo en un tema de conversación, de debate, entre nuestros familiares, amigos y/o conocidos, para que ellos hagan lo mismo con sus personas cercanas.

Por otro lado, como medida preventiva es bueno, no sólo tener el número de tu familiar, que en cualquier momento puede convertirse en víctima, sino en lo posible conocer y poseer los números de sus contactos más cercanos, los de su entorno laboral en caso del esposo(a), del entorno universitario o escolar en el caso de nuestros hijos, pues es un hecho que estos delincuentes son muy inteligentes y planean su atraco con anticipación, logrando que ambas personas (supuesto agraviado – receptor telefónico) caigan en la trampa. Haciendo que la primera por algún engaño anticipado apague su celular para que la segunda no pueda comunicarse y así hacer más creíble su fraude.

Algunos de nosotros podemos no tomar con seriedad este asunto, sin embargo hay que ponernos a pensar y darnos cuenta, que en cualquier momento, puede ser uno mismo el que se encuentre desesperado, sin saber qué hacer, por aquella persona, que supuestamente ha sufrido algún accidente o ha sido secuestrado.
En el siguiente link puedes apreciar un ejemplo de extorsiòn teléfonica.

viernes

Para tí, con razón...

Hace unos días ella estaba irreconocible, el estado en el que se encontraba era desconcertante, me decía que fuiste lo peor que pudo conocer, le creí y se lo creyó ella misa por unos días, es más, cometió la torpeza de poner una frase con esas referencias en su ‘nick’. Supongo que si lo hizo fue para que te sintieras identificado y tal vez, inconscientemente, hacerte reaccionar por tu mal comportamiento... Pero no resultó, ni lo uno ni lo otro en realidad, nunca te conectaste, claro que no puedo afirmar tal cosa pues tal vez ya ni siquiera eras uno de sus contactos en msn y ella ni enterada, el punto es que nunca lo viste, así que decidió quitarlo… Te puedo contar que a pesar de mis esfuerzos por hacerle entender que hablar con ‘Ella’ no era lo más razonable, fueron en vano, su estadía en internet solo tenía un propósito, seguir descubriendo la verdad, esa verdad que estoy segura que siempre supo, pero que nunca quiso ver, suena trillado sí y la verdad, enoja mucho saber que por más que una mujer sabe que existen personas crueles que te pueden lastimar de la peor manera no lo quieren admitir y peor aún, no lo quieren aceptar, se ciegan de tal manera que no hay persona en el mundo que les pueda hacer entender la gravedad de la situación, su única verdad será lo que quieren ver y ‘sentir’…

¿Y sabes? ¡Le funcionó! Se enteró de muchas otras cosas, muchas más verdades, muy reveladoras por cierto, difíciles de creer para ella, pero más importante aún, más dolorosas. Es increíble pensar en el grado de masoquismo que alguien puede tener, a veces pienso que ya es una enfermedad y realmente me asusta, controlarlo sería genial, pero hay personas que necesitan que el grado de dolor y decepción sea tal para recién poder marcar distancia y respectivamente, volver a empezar.

Sé que aun no te das cuenta de lo que hiciste o tal vez sí pero no te importa, pero si es lo primero, te puedo decir con certeza que fue lo más cruel que le pudiste hacer a alguien, sobre todo a ella, que te lo dio todo sin importar NADA ni NADIE, creo que nunca supiste y ahora nunca sabrás cuanto te AMÓ y sí, te AMÓ, en tiempo pasado, porque tu actitud aquel martes le demostró todo, le demostró quien eres realmente y, sin exagerar, le demostró ese poco de maldad e inconsciencia que llevas dentro.

Puedo decirte que a ella aun le cuesta creerlo, aun no asimila el hecho de que hayas considerado siquiera en lastimarla de tal manera, que la hayas llamado esa noche, casi a medianoche, para decirle todas esas palabras desagradables que cavilabas expresarle a través de la línea telefónica, pero sinceramente le agradezco a Dios, porque de haberte escuchado, la hubieras matado de la tristeza, del dolor y hubieras provocado en ella sentimientos de rencor y odio que te aseguro nadie provocó jamás. Pienso que es por ello que aun no llora, porque no se la cree, su actitud realmente me sorprende, a mí, que la conozco tan bien, pero me alegra. Ella bromea diciendo que al fin las lágrimas se le acabaron y tampoco puede creerlo pero te aseguro que no desearía hacerlo tampoco.

Ahora solo puede sentir pena, pena por lo que te entregó y despreciaste… pena porque una parte muy importante de ella murió, murió aquella tarde en la que toda la verdad por fin salió a la luz, en la que realmente te conoció y en la que se dio cuenta que dar todo sin recibir mucho a cambio no vale la pena…

Esa parte detallista, confiada, cariñosa y demás ridiculeces que alguna vez la caracterizaron… murieron, bueno no murieron ¡tú las mataste! con tus falsas palabras, con tus falsas promesas y tu increíble actuación de lo importante que era para ti.

Yo, que estuve presente siempre entre ustedes, te puedo decir, que lo perdiste todo, no solo a ella, te perdiste a ti mismo y con el tiempo lo verás y ojala logres también entenderlo. Ella estará bien, es más, en este momento está mejor que bien y aunque nos sorprende, nos alegramos juntas. Me pidió que te dijera que te desea lo mejor. Suerte en todo.

Ah! Y ahora, ¿Quién soy yo? ¿No te lo imaginas?
Soy yo, soy la misma mujer que una vez amaste y que también te amó, solo que no la misma, solo que ahora ya no te escribo con el corazón, sino con la razón, esa razón que alguna vez perdí por ti pero que ahora que la recuperé, no pienso dejarla ir.

lunes

Recordando un día D gloria!

Hace un año aproximadamente me fue posible experimentar una de las más arriesgadas y ‘locas’ experiencias, me convertí por primer y único día en una hincha de corazón del que es considerado ‘el mejor de los equipos’, Universitario de deportes. He aquí lo vivido..

El día absolutamente nada esperado había llegado, sería una futura odisea que se realizaría sin ninguna previa organización, que nació viendo la antepenúltima página del diario “La Republica” en donde el encuentro entre Universitario vs. Sport Huancayo era opacado por la noticia del “peor crimen cometido en la historia”: un policía había entregado – no se sabe si por dinero o no (da igual) – banderolas y otros artículos simbólicos de la trinchera a su eterno rival, comando sur de Alianza Lima...

La experiencia de sentirse por único día y por primera vez como barrista de la popular barra de la “U” crecía dentro Claudia y con ella, crecía aun más el peligro. El reciente robo de la banderola aumentó su deseo, y a la vez su miedo, de realizar una de sus fantasías que había querido hacía mucho tiempo cumplir. La histeria de su madre frente al hecho de que su pequeña se mezclara con toda esa gente que tanto detestaba – ya que su hijo menor, su dolor de cabeza, hincha y barrista amateur de la “U” había aumentado su miedo después de haber llegado más de una vez a casa con la cabeza rota – y la permisiva decisión de su padre de dejarla ir al estadio le provocaban una retorcida diversión.



Para Claudia ir al estadio significaba poder al fin darle un diagnóstico a ese profundo análisis psicológico que había realizado durante más de una año, tratando de entender a los barristas en general, pero especialmente a Gary y a Junior, su hermano y su enamorado respectivamente.

No sabía que esperar o que hacer cuando se encontrara en el estadio, pero si sabía que su atuendo habitual no debía ser el mismo que tendría que usar para acompañar a esos hombres, que en su mayoría, estaban buscados por algún tipo de delito. Por eso, buscó su pantalón más rasgado y desgastado, unas zapatillas blancas que encogían sus dedos, un polo y una correa que combinaban muy bien con su calzado. Se dijo así misma que aunque el estadio sea el lugar donde se dirigía, no podía perder el estilo y el buen gusto. Una chompa negra que cubría uno de sus mas

resaltantes atributos femeninos, 20 soles pegados a su piel debajo de una tela negra y una cámara fotográfica que estaba en peligro de ser raptada, fueron sus ultimas armas para enrumbar hacia su aventura.

Un relativamente largo viaje la dejó cerca de su destino: El Estadio Monumental. “Baja en el óvalo”, dijo Junior, su enamorado, acompañante y guía turístico. A su alrededor veía como pequeños grupos se dirigían hacia el monumental lugar que identifica muy bien al distrito de Ate. Después de un pequeño tour, dentro de un peculiar mototaxi, por unas cinco cuadras, observando patrullas y porta tropas que resguardarían el estadio y sus alrededores pero que seguramente no serían suficientes para detener la furia contenida por el reciente “crimen” cometido por un policía, llegó al fin al descomunal coliseo. En las afueras del lugar sintió su primera emoción, era una amalgama de excitación y miedo, ver tantos hombres cantando a una sola voz y con tanta pasión: “A mí no me interesa en que cancha tú estés, local o visitante yo te vengo a ver, ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy alentar, porque, Crema soy y tú eres la alegría de mi corazón...” hizo que se lamentara por no haber llevado un especie de cancionero o tal vez haber practicado algunas estrofas para acompañarlos.

A esto le seguiría lo que sería su inaugural, corta pero muy emocionante caminata, los primeros manifestantes fueron los muchachos de “La turba”, quienes anunciaron su llegada detonando una bombarda, rápidamente – por consejo de su enamorado y por no tener otra alternativa – se adentró en la manada de protestantes y se animó a correr con ellos y entre ellos hasta llegar hacia su morada, se sentía extraña, hasta ridícula, pero a la vez especial, tal vez porque ser la única mujer del gigantesco grupo era algo que seguro nadie notaba pero que ella veía con claridad. Estar cerca de los “cabecillas” de una de las barras era como caminar al lado de algún artista famoso, la diferencia: no brindaban autógrafos, probablemente no porque alguno que otro hincha no lo quisiera, sino porque nadie se atrevía a pedirlo.

Los explosivos sucesos que acontecían a su alrededor la hacían brincar a cada instante, era como si un inusitado hipo se hubiera apoderado de ella. Compró sus entradas y aunque faltaba casi una hora para que iniciase el encuentro decidió entrar al estadio. Pero antes de hacerlo, el hipo volvió a sorprenderla, cuando al voltear vio que dos bandos de la trinchera estaban iniciando una “guerreada”. Supo así, que se había iniciado la primera batalla de lo que sería una premeditada guerra.



“Parece una cárcel”, fue uno de los cometarios que hizo Claudia y notando la mirada extraña que le propinó un hincha, se dio cuenta de que de ahí en adelante, la discreción sería su mejor aliado. El alambrado de púas que había arriba de cada pared le daba un aire de campo de concentración al lugar, no entendía el porque de su existencia pues el estadio no era precisamente un lugar del que la hinchada quisiera huir, sino mas bien era el lugar en el cual hasta podrían vivir. Notó también que los coloridos asientos que caracterizaban al estadio crema y que había visto por TV más de una vez no eran exclusivos de la tribuna norte. Eso pareció no importarle. Claudia estaba intranquila, sus piernas bajaban una y otra vez las graderías sin poder saber que hacer, quería salir pero sabía que no podía, además, por la voz que tenía grabada en la mente de su madre diciéndole “Cuídate” sabía también que no debía, aun así detestaba la idea de perderse unas buenas líneas que contar en su crónica. Para la media hora que llevaba en el recinto ya se había ubicado más de cuatro veces en diferentes zonas de la tribuna, todas cerca, muy cerca, del espacio reservado exclusivamente para la Trinchera. Subió a comprar un pan con pollo y nuevamente dejó libre el sitio escogido para divisar el encuentro, seguro lo habría dejado de todas maneras aun sin tener alguna excusa; luego de unos minutos, para acompañar el pan con “pabilo” compró un vaso de gaseosa en la que el I.G.V, los impuestos, si es que un producto como ese los tuviese, estaban incorporados dentro del precio que tuvo que pagar para saciar su sed. Ni modo, era eso o nada. Entrar a los servicios higiénicos significó también un pequeño descubrimiento: las puertas y paredes se encontraban repletas de frases, nombres de chicas y de grupos como “Las inigualables” – de Puente Piedra – que buscaban “figurar” en un lugar en el que, sin ningún sentido, muchas de nosotras prestamos atención a este tipo de publicidad. ¿Espejos? Se preguntó. Unos instantes después de muy poco razonamiento pero de inmediata deducción hicieron sospechar el porque de la falta de ellos, eran, sin lugar a dudas, una herramienta peligrosa más que útil para algún tipo de enfrenamiento que se produjese dentro del recinto deportivo.

Regresando a la tribuna, faltando ya pocos minutos para que comenzase el cotejo y con mucha más hinchada incorporada, decidió al fin ubicarse y ya cuando se disponía a hacerlo sintió como la gente empezaba a inquietarse, a asustarse, las estrellas habían ingresado a su santuario, los lideres de las diferentes barras habían hecho acto de presencia y se disponían a hacerse sentir y a como de lugar, entrar a la tribuna Sur, para intentar conseguir a uno de sus primordiales integrantes: el bombo, que aunque estuvo ausente en los momentos iniciales, no significó para los hinchas alentar con menos pasión al equipo de sus amores, era un estadio casi vacío en el que los fanáticos con sus gritos, canciones, saltos y hasta insultos estremecían cada rincón del campo, demostrando, una vez más, que la hinchada crema posee un estilo propio, que no cambia ni cambiará con nada ni por nadie.

En un abrir y cerrar de ojos divisó como toda la tribuna oriente ya se encontraba llena de banderolas, de diferentes colores y tamaños, algunas frases aludían a sus enemigos íntimos y policías, otras eran las comunes pancartas con los nombres de cada barra. El partido de fútbol era lo menos importante ese día, las canciones, los movimientos, las emociones, que no dejaban que la concentración se posara en el cotejo, fueron los protagonistas esa tarde de sábado en la que ella sin ni siquiera mirar la cancha un solo instante, sabia que algún golpe o empujón que recibiera le indicarían que se había producido un Goooool!!!



Era máxima la emoción que sentía, se dio cuenta de pronto, que se había convertido en una mas. Era una futura periodista disfrutando cantar, saltar y hasta a insultar policías con sus cánticos, le extrañaba su actitud pero no le desagradaba, era algo nuevo.

Al finalizar los primeros 45 minutos del encuentro entro en razón y recordó la absurda promesa que le hizo a su madre, regresar al finalizar el primer tiempo, se arrepintió de dicho juramento, pero no pudo dejar de cumplirlo ya que su enamorado y acompañante no permitió que lo hiciera. Y aunque dejó fuera 45 minutos más de experiencias, sentía que lo recientemente vivido había sido una aventura muy provechosa, había logrado aprender algo más de la “cultura barrista” – se enteró que los cabecillas son aquellos que se presentan sin polo y que van en la delantera, que cada equipo hace su “entrada triunfal” reventado algún fuego pirotécnico o que caminar al lado de los caballos no es una buena opción – y sin lugar a dudas había sido una aventura riquísima, diferente, tal vez para muchos sea cosa de rutina, ya que los diferentes equipos domingo a domingo se presentan en los estadios para ser alentados pero este partido en particular, por su polémica alrededor, tenía para Claudia un sabor distinto en una tierra completamente distinta.




¿Cómo ven al periodismo tradicional dentro de 15 años?

Si bien es cierto, el internet es un cambio, que con el tiempo y el imparable avance tecnológico, se ha convertido en una amenaza que altera por completo el oficio del periodismo tal como lo conocemos hoy en día.

Sin embargo, alterar no quiere decir necesariamente dañar, o sea, el periodismo no tiene porque morir si es que hace parte de él al internet, pues esta, en mi opinión y seguro de muchos otros también, es la gran herramienta periodística de todos los tiempos y de alguna u otra manera, el periodismo ahora es más libre. Los buenos contadores de historias, aquellas personas a las que podemos llamar ‘periodistas natos’, ya no necesitan de una gran empresa que los respalde para triunfar con sus textos. Los ‘blogger’ son un claro ejemplo de ello, es más, se considera que el periodista que no mantenga un blog, no tiene pasión por lo que hace o está próximo a la extinción.

Es así, como vemos que el internet se ha convertido en una herramienta que en un futuro será necesaria para practicar el periodismo, tal vez no imprescindible, pero si definitivamente NECESARIA, pues servirá de mucha ayuda en diferentes situaciones, gracias a la velocidad con la que viaja, su tecnología, y su deslumbrante practicidad.

Claro que como todo, nada es perfecto, y por más ‘cool’ que el internet parezca, también tiene sus contras y uno de ellos es la calidad de la información que circula en la web, que no siempre es la más veraz ni confiable, he ahí como el periodista cumple su función: investiga un poco más, corrobora la información y luego la transmite totalmente confirmada.

Y aunque es bastante posible que en algún momento cualquier persona pueda ‘hacerla’ de periodista, eso no quiere decir que lo sea, solo el periodista como tal, que lo siga como profesión y sobre todo con pasión, sentirá que tiene el deber de informar a las personas acerca de lo que sucede y de la manera correcta, ya sea en un papel, una página web, tv, radio, etc.

Entonces, en mi opinión el periodismo tiene que reconvertirse, adaptarse a los cambios, para enfrentar los nuevos tiempos y así existirá y continuará existiendo aun después de esos 15 años planteados en la pregunta.